Los 56.630 votos al PP y Vox que fueron a la basura y dejaron a la derecha sin 9 escaños y mayoría absoluta
La permanente apelación al «voto útil» del PP en campaña para concentrar bajo sus siglas el voto de la derecha se ha convertido en el argumento de Vox para justificar por qué las formaciones de Feijóo y Abascal se han dejado escaños por el camino y, por tanto, sin la mayoría absoluta que les pronosticaban muchas encuestas.
Vox alega que en numerosas provincias se han perdido «miles y miles» de votos del PP «que no se han convertido en escaños» y que, sin embargo, habrían permitido a Vox arrebatárselos a la izquierda o al separatismo.
La realidad es que también hay provincias donde el proceso ha sido a la inversa: al PP le hubiera bastado un pequeño porcentaje de los votos que Vox dejó sin representación para arrebatar escaños a la izquierda y el independentismo.
Son las paradojas de una ley electoral basada en un sistema de cálculo conocido como Ley d’Hondt, al que dio nombre el jurista que lo desarrolló en el siglo XIX.
El sistema de cálculo permite la adjudicación de los escaños tras dividir el número de votos emitidos para cada partido entre el número de cargos electos con los que cuenta cada circunscripción. Con un requisito previo: sólo pueden aspirar a lograr representación los partidos que hayan alcanzado al menos el 3% de los votos válidos emitidos.
Las candidaturas que hayan superado este porcentaje, se ordenan de mayor a menor, según los votos obtenidos. El resultado cosechado por cada partido se divide por 1, 2, 3, etc., así hasta el número de escaños a repartir en esa circunscripción: 37 en Madrid y apenas tres en Zamora, por ejemplo. Los escaños se atribuyen a los cocientes mayores, tantos como escaños estén en liza.
Si los votantes de la derecha hubieran optimizado su voto en nueve provincias, hoy PP y Vox estarían celebrando una mayoría absoluta de 178 escaños. Son las siguientes:
GERONA. El PP se quedó a 366 votos de quitarle un escaño a JxCAT, la formación que lidera el prófugo Carles Puigdemont desde Waterloo (Bélgica). Vox cosechó 22.500 sufragios sin utilidad. Los de Abascal no consiguieron un solo escaño.
LÉRIDA. En esta provincia catalana el PP se quedó a 3.502 papeletas de quitarle al PSOE el segundo de sus diputados. Vox logró 12.461 sufragios, pero ningún escaño.
TARRAGONA. Vox estuvo a punto de alcanzar su primer diputado en esta provincia catalana. Le faltaron 2.500 sufragios para superar a JxCAT. Al PP le sobraron 9.500 de los 50.790 votos que le permitieron alcanzar su único escaño.
MURCIA. En la región donde PP y Vox no han sido capaces de ponerse de acuerdo tras las autonómicas del 28 de mayo y existe el riesgo de repetición electoral, los de Feijóo se quedaron a 6.286 votos de arrebatar al PSOE su tercer diputado. Con 20.000 sufragios menos de los 162.481 que alcanzó, Vox seguiría sacando los dos que tiene.
MADRID. En la comunidad que preside Ayuso, al PP le faltaron 1.749 papeletas para quitarle al PSOE el undécimo de sus escaños. Vox hubiera sacado los 5 que conquistó el domingo con 8.000 votos menos.
BURGOS. A Vox le faltaron 9.000 votos para conseguir su primer escaño a costa del PSOE. Al PP le sobraron 13.000 de los que necesitó para hacerse con sus dos diputados.
ALBACETE. En la provincia castellano-manchega, Vox ha rozado arrebatarle un escaño al Partido Socialista por una exigua diferencia, apenas 1.287 votos. Al mismo tiempo, al PP le sobraron más de 12.000 votos para lograr su segundo escaño, los mismos que el PSOE.
SEVILLA. Vox habría logrado conservar sus dos escaños de haber tenido 7.000 votos para superar a Sumar. El PP consiguió cuatro diputados con 352.102 votos. Le sobraron 55.000 votos.
BALEARES. Vox no ha podido conservar los dos escaños que conquistó en 2019. Hubiera necesitado 25.000 votos para robar al PSOE su último diputado. Factible si se piensa que al PP le sobraron 30.000 papeletas para hacerse con tres escaños.